martes, 5 de abril de 2016

CALL OF DUTY: BLACK OPS


Recordemos que la guerra entre Activison e Infinity Ward puso a todos los fans de ‘Call of Duty’ en una tesitura, ya no habría un ‘Modern Warfare 3’ a finales del 2011, así que nuestra alternativa se debatía entre pasarnos al nuevo ‘Medal of Honor’ o poner nuestras esperanzas en las manos de esa desarrolladora que ofrecía una pausa de calidad entre la primera y segunda entrega de ‘Call of Duty: Modern Warfare’.


Más y ¿mejor?
Lo tenían fácil: copiar la fórmula de la última entrega y añadir algunas sorpresas parecía la opción más viable, pero lejos de quedarse ahí ‘Call of Duty: Black Ops’ ofrece una seña de identidad que consigue aportar un aire renovado.
En ‘Call of Duty: Black Ops’ volvemos al pasado, concretamente al período de la Guerra Fría entre EEUU y Rusia, y lo haremos saltando en el tiempo entre las misiones que tiñeron de polémica esta convulsiva época. La acción nos sitúa en un interrogatorio que servirá de nexo entre varios flashbacks de nuestro protagonista. Desde la invasión de Bahía de Cochinos hasta Vietnam, con algún breve amago nazi de la Segunda Guerra Mundial.
Aquí, en su forma de hilar la historia, encontramos uno de los grandes aciertos de la entrega de Treyarch.

Acción al servicio del jugador
El juego nos sumerge en la acción desde el primer minuto mediante el gran acierto de eliminar los tutoriales. Si compras este juego ya sabes a lo que vas, no necesitas que alguien te explique cómo debes disfrutar algo que ya llevas admirando desde hace años, así que: sal ahí fuera y hazlo lo mejor que puedas.
La acción no decae en ningún momento y sólo algunas fases como la de las trincheras en Vietnam te obligan a preguntarte qué debes hacer para continuar.
‘Call of Duty: Black Ops’ no tiene absolutamente nada que envidiar a otros títulos de esta índole en lo que secuencias pasmosas se refiere. De hecho, lo que se ve en el tráiler es una constante durante todo el recorrido de su modo campaña, desde puentes que se caen a tus pies obligándote a correr, hasta combates mano a mano con una bala en la recámara como último recurso.



En cuanto a la música, deja mucho que  desear ya que se producen cambios de volumen en las voces y distorsiones incomprensibles que evitan que nos enteremos de algunos detalles de la trama. Un error fácilmente subsanable si contásemos con la opción de activar subtítulos, pero eso no es una posibilidad en ‘Call of Duty: Black Ops’. 


Multijugador y zombies
En el modo multijugador se mantienen las subidas de nivel, los perks y las evoluciones en las armas, pero estas últimas serán más variadas (lanzallamas, escopetas explosivas, ballestas…) y a la hora de adquirir añadidos hará falta dinero además de subidas de nivel.
El dinero lo conseguiremos ganando partidas, aniquilando enemigos, realizando desafíos, pero además lo podremos apostar para ganar una buena cantidad al final de la partida.


La nota cambiante de este juego no la aportan aquí las Operaciones Especiales, sino una grata mejora del modo zombies, si anteriormente era divertido aquí más aún.

Conclusión
Contra todo pronóstico podemos decir que Treyarch lo ha conseguido. ‘Call of Duty: Black Ops’ podría ser perfectamente la tercera entrega de la saga ‘Modern Warfare’ y nadie lo notaría. Es un juego de acción excelente y deja un listón que muy pocos podrán superar en un futuro próximo.
Si disfrutas con los FPS pasilleros que te llevan por donde quieren para convertir la experiencia en algo similar a lo que verías en una sala de cine, ‘Call of Duty: Black Ops’ es tu juego. Si no, también deberías darle una oportunidad. De lo contrario estarías dejando escapar uno de los títulos del año 2011.



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